¿Qué ocurre cuando en lugar de castigar a los responsables de todo esto se castiga a las víctimas, mientras se les recrimina el haber querido tener una vida mejor, como si ese fuera el delito? Pues que nos damos cuenta de que ese sistema que creíamos que era justo, quizá no lo sea, porque sus vigilantes, aquellos que gobiernan el sistema, ya mediante las urnas ya mediante el capital, han creado un sistema aparte, que se nutre de las injusticias que se generan en el nuestro. Esas instituciones, lideradas no lo olvidemos, por personas de carne y hueso, buscan a toda costa perpetuar ese sistema paralelo, al que solo un grupo selecto tiene acceso. Para ello engañarán, manipularán, y cometerán todo tipo de atentados contra los ciudadanos y contra su dignidad. Su obsesión es que el sistema se mantenga, con el erario público, para poder mantenerse ellos también. Su sistema es de suma cero, esto es: cuando menos tengas tú, más tendré yo.
Pero ese sistema es insostenible, porque lleva irremediablemente al colapso. Cuando el que aporta ya no tiene nada que aportar, porque se ha quedado sin, el que recibe no tienen nada que recibir. Algunas culturas ancestrales se basan en un sistema mucho más sostenible: los alimentos que no pueden ser consumidos por una tribu son entregados a otra que sufre escasez de ellos, para que a su vez puedan estos conseguir reservas de alimentos y poder así ayudar a la primera tribu cuando sea esta la sufra escasez. Mientras en el primer sistema uno se lo come todo hasta que no tiene ya que comer porque se ha comido hasta al que le da de comer, en el segundo sistema todos comen, siempre.
A pesar de todo nosotros seguimos creyendo ciegamente en nuestro sistema, seguimos pensando que es justo que nuestro dinero vaya a los bancos, incluso cuando sus propios directivos reciben indemnizaciones millonarias por llevarlos a la quiebra. Seguimos creyendo que es justo que se recorte en sanidad, educación y cultura, mientras cada día se destapan nuevos casos de corrupción de sus administradores electos.
Lo cierto es que no puedo afirmar si nuestro sistema funciona o no, lo que sí puedo asegurar es que el de ellos, sí.
Jaume Carreras
Muy bien. Muy apropiadas tus palabras. Comparto tu pensamiento. Supongo que la última frase es irónica, yo no me incluyo entre los que creen en el sistema, aunque los hay y lamentablemente son abrumadora mayoría. En realidad el sistema no funciona y no porque no sea justo, su injusticia es una consecuencia de sus pies de barro. El sistema ha "funcionado" transitoriamente pero no puede funcionar para siempre porque se basa en el crecimiento y los recursos (energéticos, superficie cultivable y habitable, etc.) son finitos. No se trata de política se trata de matemáticas puras y duras. Y por eso, porque no es factible, porque es falaz, su ideología solo puede ser beneficiar a las minorías, que serán cada vez mas minoritarias a medida que se vayan consumiendo los recursos.Repito muy buena tu nota.
ResponderEliminar