El discurso político del
que gobierna no contiene información útil. La información precede a la
reflexión, y ésta a la acción, que produce a su vez cambio. Sin información no
hay pues cambio. ¿Pero cómo contener el cambio en una sociedad tan expuesta a
la información como es la actual? La información, gracias a las nuevas
tecnologías, se ha hecho agua, que se filtra por las rendijas para terminar
siempre llegando al ciudadano. El gobierno por tanto no puede vencer sin
convencer. Su estrategia es aturdir, marear al ciudadano con rocambolescas
metáforas. Pero lejos de ser poetas, los políticos con sus esperpénticas metáforas
no dan más que para la mofa en los medios de comunicación.
El problema reside en que
el gobierno se ha quedado anclado en tiempos pretéritos. No entiende la
sociedad del cambio constante e intentan persuadir mediante las técnicas que
tan útiles fueran a los totalitarismos del siglo XX. Esa era
una comunicación de masas, para una masa atomizada, sin fisuras, porque no
tenían más acceso a la información que la que proporcionaba el poder. Pero las
masas, fuera de Corea del Norte, China o algunos países donde aún existe un
control exhaustivo de los medios de comunicación, no existen ya como tal. La información
corre por las redes a gran velocidad, a veces incluso antes de que se produzcan
los hechos.
La estrategia del gobierno
es convencernos de que, en un mundo en el que hay sobreinformación, ellos son
lo que tienen la información útil. ¿Pero cómo puede ser útil esa información
cuando lo que nos están diciendo es que los pájaros vuelan? Efectivamente sería
útil si dijeran lo contrario. Que los pájaros vuelas está en su esencia, no
pueden no volar porque entonces no serían pájaros. Podrían ser ratones,
ardillas, pero no pájaros. Por lo que esa información no tiene ninguna
utilidad, ni siquiera es información. Pero si un día el gobierno dijera que los
pájaros no vuelan, los efectos serían catastróficos. Si los pájaros no vuelan
es que algo muy grave está ocurriendo. Quizá el planeta se haya calentado
demasiado, quizá un virus, y los siguientes seremos los humanos. El problema es que el gobierno nos dice que
los pájaros vuelan, ya sea en forma de finiquito diferido, de descenso del paro
o de recuperación espectacular de la económica, cuando en realidad los pájaros
dejaron hace tiempo de volar.
Continuará...
Jaume Carreras
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